jueves, 18 de octubre de 2012

Se me antojó prenderme de tu talle,
Respirarte;
dejar de lado las prendas que te cubren
y a beso lento
andar desde tu cuello hasta tu cintura.

Se me antojo vestirme de caricia y recorrerte
a beso lento

a labios desbocados. 

jueves, 27 de septiembre de 2012


                               A Raquel Olvera.


Es marrón lo que es y lo que no, no.

Musa, Diosa…no lo sé.

Pasaporte al infinito el cosmos de su iris
una luz de pupila alumbra al interior:

Vastedad.

Caricias de pincel delinean la cordura
y el caos desaparece.
Después traza cuerpos en mansa desnudez
para vestirlos con letras nuevas, reinventadas.

Abruma su ancestral misterio.

De lluvia es la línea de sus labios,
de muerte viva la hondura de su adentro.

Abismo,
tenue la línea al ras.

Un eclipse de candor oculta la malicia

de la “carne, carnisima” en que habita. 

martes, 28 de agosto de 2012


Se mueren los instantes…

     En el aquí florece la rosa antes de su muerte
     en tanto se mueren los instantes con lo que fue

          (abismo de lo inconcluso)

En el ahora se sostiene con férreas garras
para no estrellarse en los muros de lo incierto

martes, 7 de agosto de 2012


Apenas llegue a la oficina, la mañana nublada y fría se tornó lluviosa, junto al teléfono sobre mi escritorio esperaba el itinerario del día que vi de reojo. Con el ánimo disminuido, quizá porque se me antojaba mas estar en casa, me dirigí a la mesa de servicio acompañada del ruidito que provoca la lluvia al caer, en tanto pensaba que para un buen comienzo no hay nada mejor que un buen café. Tomé mi taza negra de siempre y serví agua caliente, puse una cucharada de café, una de crema y para hacerlo especial porque el día lo ameritaba, agregue un poco de jarabe de almendras mientras revolvía el liquido con la cuchara. El aroma exquisito me invito a disfrutarlo, la sensación de calor al poner la taza entre mis manos fue como una caricia que se prolongo con ese sorbo de agradable sabor, que al deslizarse en la garganta reanimó mi cuerpo entero como si fuera un cálido abrazo. Apapachado el ánimo y sin soltar la taza, volví a mi escritorio desde donde pude ver la lluvia resbalando en la ventana.

martes, 10 de julio de 2012


BIO 
Sus pies descalzos a penas dejaban marcas en la arena húmeda; sin rumbo, igual que el viento de la tarde que a su paso despeinaba las palmeras que bordean la costa. El sol moría del otro lado del mar y al sonido del oleaje lo opacaba la música y el barullo de la gente que deambulaba en su festividad. Para ella no había nadie más, solo este espíritu sin nombre al que  llamó Camila.

Me alimentó con el viejo libro de poemas de la abuela, las rimas de Bécquer y el dolor de Alfonsina y en
 mis tiernos años fui el cuento de una niña solitaria, viví en un libro azul, azul de mar, infinito e imponente, azul de sueños, tan azul como la noche desbordada de estrellas, tan azul como el cielo al amanecer, tan azul como el azul y sus matices. Después fui la adolescente que soñaba recorrer distancias sobre una yegua blanca, y entre los árboles, las dunas y  la arena de la playa cabalgaba el pensamiento mientras el autobús ganaba distancia en la carretera. Antón, es mi apellido.

La realidad era otra, vivía en la ciudad, entre páginas de diarios y cuentos, aunque de cuando en cuando volvía al mar. Y fue ahí, junto al mar, en donde comprendí.


Yo soy el viento y las estrellas, soy la caricia y el silencio, soy el verbo conjugado que alimenta el verso, intocable soy y muero en el aroma de la rosa. En la lluvia me reconstruyo, ave fénix, más de la humedad de mis cenizas me vuelvo árbol y soy la hoja que arrastra el temporal,  el nido y el ave que remonta el vuelo. Soy la pasión que se desborda en el beso,  soy vacío y recorro el universo de la nada al infinito. 


Soy sin tiempo, sin edad, sin género, sin procedencia ni destino, basta y libre como basto y libre el pensamiento es.


Camila Antón

jueves, 14 de junio de 2012

Etérea,
es tu danza
entre lo espiritual y lo terreno
la fuente ignota.

En la levedad de mi existencia
se acuna mi alma

en tus alas de ángel.

martes, 21 de febrero de 2012

Detrás de mi horizonte sigo estando
en el silencio de mi propia ausencia.

Ahí, donde me observo,

me respiro y soy.

martes, 10 de enero de 2012

domingo, 1 de enero de 2012

En tus pasos cuelgo mis pupilas
y ciega te venero
blanca sombra
de mi noche mustia,

sin aliento muero y vivo
en este mismo espacio
en que me habitas sin tenerte.