martes, 28 de agosto de 2012


Se mueren los instantes…

     En el aquí florece la rosa antes de su muerte
     en tanto se mueren los instantes con lo que fue

          (abismo de lo inconcluso)

En el ahora se sostiene con férreas garras
para no estrellarse en los muros de lo incierto

martes, 7 de agosto de 2012


Apenas llegue a la oficina, la mañana nublada y fría se tornó lluviosa, junto al teléfono sobre mi escritorio esperaba el itinerario del día que vi de reojo. Con el ánimo disminuido, quizá porque se me antojaba mas estar en casa, me dirigí a la mesa de servicio acompañada del ruidito que provoca la lluvia al caer, en tanto pensaba que para un buen comienzo no hay nada mejor que un buen café. Tomé mi taza negra de siempre y serví agua caliente, puse una cucharada de café, una de crema y para hacerlo especial porque el día lo ameritaba, agregue un poco de jarabe de almendras mientras revolvía el liquido con la cuchara. El aroma exquisito me invito a disfrutarlo, la sensación de calor al poner la taza entre mis manos fue como una caricia que se prolongo con ese sorbo de agradable sabor, que al deslizarse en la garganta reanimó mi cuerpo entero como si fuera un cálido abrazo. Apapachado el ánimo y sin soltar la taza, volví a mi escritorio desde donde pude ver la lluvia resbalando en la ventana.