Ayer, cuando la noche cayó a mis espaldas
pensé en ti
Mientras veía al horizonte
dibujar la silueta de los montes
que rodean mi existir.
Con mis sueños en penumbra
con mis horas en silencio
con el tiempo que pasa y me aleja
en un instante, a un siglo de ti.
Ayer, cuando la luna tocó a mi ventana
pensé en ti
En un beso efímero y dulce
con sabor a callado amor
que dio fuerza a mí vivir
Que ante tu sola presencia
calló su voz la soledad
y no hubo nube gris en mi cielo
hasta saber que no era verdad.
¿Que queda de una noche
si le espera la luz del día?
¿Que queda de un recuerdo
si el olvido llegará?
Me queda tu aroma impregnado en el alma
tu voz que me arrulla en un suave vaivén
tu risa que perdura en mi quieta nostalgia
¿hasta cuándo?, ¿hasta dónde?...
mi amor, no lo sé.
pensé en ti
Mientras veía al horizonte
dibujar la silueta de los montes
que rodean mi existir.
Con mis sueños en penumbra
con mis horas en silencio
con el tiempo que pasa y me aleja
en un instante, a un siglo de ti.
Ayer, cuando la luna tocó a mi ventana
pensé en ti
En un beso efímero y dulce
con sabor a callado amor
que dio fuerza a mí vivir
Que ante tu sola presencia
calló su voz la soledad
y no hubo nube gris en mi cielo
hasta saber que no era verdad.
¿Que queda de una noche
si le espera la luz del día?
¿Que queda de un recuerdo
si el olvido llegará?
Me queda tu aroma impregnado en el alma
tu voz que me arrulla en un suave vaivén
tu risa que perdura en mi quieta nostalgia
¿hasta cuándo?, ¿hasta dónde?...
mi amor, no lo sé.
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