Quería ser viento si ella era tierra;
o ser camino, recorrerla, acariciarla.
Pero no era suficiente.
Quería convertirme en lluvia
humedecerla y de a poco
penetrar su entraña.
Quería ser sol, semilla o lo que fuera
con tal de hacerla mía
aunque fuese instante.
Y no fui lluvia, ni sol, ni viento.
Y ella que fue tierra cuando fui nada
se volvió pensamiento.
Ahora juega con mis verbos y entreteje
versos
la hago mía y le cuento que le pertenezco.
Mientras soy para su sed, vino,
lluvia en su piel.
Bello, muy bello Camila, todo lo que quisiera seguir siendo para mi amado
ResponderEliminarTodo, lo es y lo sera siempre. Hasta donde dure la palabra.
ResponderEliminarUn beso Lety. Gracias.