lunes, 29 de noviembre de 2010

Quería ser viento si ella era tierra;
o ser camino, recorrerla, acariciarla.
Pero no era suficiente.

Quería convertirme en lluvia
humedecerla y de a poco
penetrar su entraña.

Quería ser sol, semilla o lo que fuera
con tal de hacerla mía
aunque fuese instante.

Y no fui lluvia, ni sol, ni viento.

Y ella que fue tierra cuando fui nada
se volvió pensamiento.

Ahora juega con mis verbos y entreteje versos
la hago mía y le cuento que le pertenezco.
Mientras soy para su sed, vino,
lluvia en su piel.

Cómo me gusta el silencio.

2 comentarios:

  1. Bello, muy bello Camila, todo lo que quisiera seguir siendo para mi amado

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  2. Todo, lo es y lo sera siempre. Hasta donde dure la palabra.

    Un beso Lety. Gracias.

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