Tiene en los ojos un abismo cubierto de
neblina y un quejido apenas perceptible en donde había palabras, inmóvil,
pálida como la luz de luna. El tiempo parece detenido entre sus sabanas; pero
es mentira, sigue su marcha. El otoño arrastra las hojas muertas y el silencio
pone a prueba al pensamiento. Muda una oración se eleva junto a la vela
encendida mientras el viento recorre la noche.
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